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fuente the new yorker, ilustracion de nick little

A 500 Años de la Reforma Protestante: ¿La Iglesia Evangélica en el Perú debe reformarse?

Publicado: 2017-10-31


Por Guillermo Flores Borda

Exactamente 500 años atrás, un 31 de octubre, Martín Lutero clavaría sus famosas “95 Tesis” en las puertas de la Catedral de Wittenberg, proponiendo una reforma moral, pastoral y teológica refutando la teología (y el modelo de negocios) de la Iglesia Católica. Para el católico medieval, contar con un pecado mortal en su registro podría significar pasar la eternidad en el infierno. Para ser perdonado, uno podía obtener “indulgencias” a través de la realización de actos de penitencia genuina o visitando una reliquia sagrada, lo cual permitía reducir la propia permanencia en el purgatorio. Pero todo cambiaría cuando, en 1476, el Papa Sixto IV anunció que las indulgencias podrían ser compradas en nombre de aquéllos que ya habían muerto. La frase “tan pronto la moneda suena en el cofre, el alma sale del purgatorio” se volvería el eslogan de salvación express del momento. Para 1517, Lutero ya consideraba una herejía que el arrepentimiento genuino ante Dios se haya reducido a una simple transacción financiera, comenzando la discusión sobre si la salvación se obtenía “sólo por la fe” o “por la fe y las obras”.

Aunque ideas similares ya habían sido expresadas por el teólogo John Wycliffe casi dos siglos antes en Londres, Lutero logró hacerlas populares gracias a su uso visionario de la prensa para producir panfletos en lugar de libros, escritos en alemán en vez de latín. Aunque otros habrían muerto por confrontaciones mucho menores, Lutero era muy popular, por lo que la Iglesia Católica decidió darle una oportunidad de arrepentirse en la Catedral de Worms en 1521. Fue en esa circunstancia en la que Lutero diría una de sus frases más famosas, reflejando así el legado espiritual y humanista de la Reforma:

“Dado que ustedes sus serenas majestades y señores buscan una respuesta simple, la daré de esta manera, liza y sin barnizar: A menos que yo sea convencido por el testimonio de las Escrituras o una razón clara, porque no confío en el Papa o concilios solamente, porque es bien sabido que a menudo se equivocan y se contradicen a sí mismos, estoy obligado por las Escrituras que he citado y mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. No puedo y no me voy a retractar, porque ir contra la propia conciencia no es correcto ni seguro. Aquí estoy, no puedo hacer de otra forma. Que Dios me ayude.”

Lutero, héroe para algunos, villano para otros, dividiría a la iglesia en dos – una leal al Papa, otra protestando contra su gobierno, por lo que sería conocida como “iglesia protestante”. Por años, los católicos perseguirían a los protestantes, los protestantes a los católicos, y ambos a los anabaptistas (en sencillo, aquellos que se oponían al bautizo de infantes). A pesar de todo, la Reforma Protestante continuó y abrió la posibilidad de cuestionar la autoridad absoluta del poder político, fortalecería el concepto de separación iglesia – estado (más para proteger a la iglesia de volverse una herramienta del estado, que al revés) y crearía la convicción de que todos los hombres son libres para interpretar la Palabra de Dios. 

Han pasado 500 años. Los protestantes crearon universidades, hospitales, orfanatos. A través de William Wilberforce, nuestra fe llevaría a la abolición de la esclavitud en Europa, y mediante el pastor Martin Luther King Jr., garantizaría los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos. Sin embargo, el protestantismo ha sufrido de innumerables inconsistencias morales. George Whitefield consideraba aceptable administrar un orfanato y tener esclavos a la vez. Jonathan Edwards defendía los avivamientos espirituales, pero no creía en abolir la esclavitud. Aquí en Perú, marchamos para defender la vida del no-nacido, pero no marchamos para defender a las mujeres ya nacidas. Tanto en el Perú como en el resto del mundo, nuestra forma de entender el cristianismo ha hecho mucho, pero también muy poco.

Precisamente, para celebrar este espíritu de reforma continua a 500 años de la Reforma Protestante en el Perú, "El Profeta" le hizo a sus lectores evangélicos la siguiente pregunta: ¿"Qué piensa usted que necesita reformarse en la práctica del cristianismo evangélico en Perú hoy?"

Éstas fueron sus respuestas:

“(…) Transparentar las cuentas de las congregaciones. Tolerancia. (…) Investigar sobre los temas que no se conocen. Tender puentes. La iglesia debería ser más directa al denunciar la violencia contra la mujer, tomar un papel más activo en la prevención a través de la formación de sus miembros. Prepararse, investigar y conocer sobre términos y palabras utilizadas en la lucha contra el machismo y la violencia de género. Los cristianos debemos entender que la Igualdad de Género no es un demonio y que busca, más bien, ayudar a combatir la enfermedad del machismo que está latente en todas las áreas y estratos sociales de nuestra sociedad.”

John Fernández de Paredes

Secretario Nacional del Partido Político Restauración Nacional


“Retornar al texto bíblico y transparencia en las cuentas de las congregaciones”

Rafael Torres

Asesor del congresista Moisés Guía. Pastor Presbiteriano.


“(…) Jesús nos enseñó con su ejemplo. Él es el Señor y, sin embargo, lavó los pies a sus discípulos en señal de humildad y para enseñarnos que debemos ser humildes como pastores, como dirigentes. Cuando ostentamos cargos, ellos deben ser para servir y no para ser servidos. No podemos darnos el lujo de decir "Como soy hijo del Rey, entonces debo tener un auto del año y del mejor modelo y marca". No hemos sido llamados para el lujo sino para la sencillez. En esto debemos cambiar nuestra fe en una fe sencilla y humilde una fe servidora y no para servirse de los demás”

Pedro Merino Boyd

Presidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP)


“Menos dinero y más justicia, menos prosperidad y más solidaridad, menos poder y más servicio, menos intolerancia y más amor, menos juicio y más perdón, menos ordenar y más acompañar, menos legalismo y más Palabra, menos ideología y más fe, menos religiosidad y más humanidad, menos templocentrismo y más misión en el "camino", menos hombres arriba y más mujeres al frente, menos teocracia y más democracia; una reforma total, una reevangelización interna que la regrese a Cristo.”

Juan Fonseca

Historiador evangélico. Autor de “Misioneros y Civilizadores: Protestantismo y Modernización en el Perú”


“La iglesia debe ver mucho menos al poder y mucho más a todos aquellos que la sociedad excluye”

Abel García

Ingeniero Economista. Miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana


“(E)l testimonio colectivo de nuestras iglesias ha sido dañado, no sólo por la mala praxis de algunos personajes e instituciones evangélicas en las últimas décadas, sino por la indiferencia que proyectamos hacia la realidad de nuestro entorno. Se nos ve aislados e indolentes frente a las necesidades reales de nuestra sociedad, ignorantes de lo que sucede y acerca de cómo actuar en respuesta.

Para ayudar a la Iglesia a cambiar esa imagen, creo pertinente reestructurar los ministerios internos de las iglesias, para que estas comiencen a responder al criterio del amor al prójimo (según la necesidad de cada congregación) (…) Si (…) sus miembros (…) respondieran asertivamente a la realidad de nuestro mundo, actuando en línea con los principios bíblicos del Reino de Dios, quizás el testimonio de la Iglesia podría llegar a asemejarse al que tuvo durante sus primeros siglos (…)”

Sandra Gutiérrez

Presidenta del Consejo Estudiantil de la Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú (AGEUP)


“Revalorar la importancia de la separación Estado-Iglesia como noción reformista”

Daniela Flórez

Educadora egresada de la Universidad de Piura


“La práctica evangélica necesita (…) una ética pública y privada que hable de la relación con Dios y del acompañamiento de Jesús; la búsqueda de la justicia de Dios mostrada en acciones de justicia hacía nuestro mundo como testimonio de fe y de proclama del reino de Dios. Hacer conciencia de la presencia de Dios en nuestras acciones hacía el mundo, mostrar un mensaje vivo y creíble, fe viviente para que el mundo vea que Dios es y se preocupa por este mundo, por la humanidad”

Alberto Sánchez Pérez

Director del Seminario Teológico Evangélico Presbiteriano del Perú. Pastor Presbiteriano.


“Una prédica directa llamando al arrepentimiento por nuestros pecados como país y como individuos en perpetuar una cultura de corrupción, y a tomar acciones concretas para combatirla frontalmente en todos los frentes, a nivel personal e institucional. Para eso la iglesia debe también llamar a la población en general a reflexionar sobre - y aceptar - que existe un vínculo espiritual muy íntimo entre corrupción, injusticia y pobreza. Y pedir a Dios en oración sin cesar que nos dé mucha humildad y mucha sabiduría para poder cumplir esa tarea sin que nos dejemos engatusar por tentaciones de obtener poder político para nosotros, o para los que creemos nos pueden beneficiar.”

Ronald Cross

Asociado Senior de Estudio Muñiz, Ramírez, Pérez-Taiman & Olaya


“(…) No hemos aprendido a ayudar a la fe de la gente que aún no cree en Cristo (…) Creo que el poder mostrar a Cristo a través de nuestras acciones en la sociedad, como velar por los ancianos, marchar por sus derechos, promover leyes a favor de la infancia, luchar contra la violencia en todo sentido, buscar la paz del país y del mundo es prueba irrefutable de que hay un ser que vela por la humanidad, pero la iglesia está dormida. Deberíamos despertar y empezar a dar pruebas a esta sociedad que necesita que la amen”

Keyla Yllaconza

Directora de Experimento Marcos. Miembro de AGEUP


“(T)enemos distintos grupos de iglesias evangélicas. Algunas como las carismáticas necesitan estudiar a profundidad las escrituras. Otras necesitan ser más activas en su servicio dentro de la Iglesia. Pero lo que todas necesitan es santidad en el manejo del dinero, en las compras de terrenos, en la administración de los colegios y en la santidad de sus líderes. (L)amentablemente, estamos siendo hipócritas y ciegos tapando pecados diversos por creer que la santidad puede ser una simple apariencia de bien. Nos preocupamos más por cómo nos miran los hombres que por cómo nos mira Dios. Por otro lado, está también el servicio al prójimo, las iglesias no sostienen al huérfano ni a la viuda, están acumulando riquezas para comprar locales, satisfacer egos y bolsillos de algunos, en vez de servir a la comunidad.”

María Nela Rivera

Educadora cristiana


“Menos proselitismo religioso y más sensibilidad con los acuciosos temas sociales”

Luis Cárdenas Gismondi

Director de Máster Coach Perú


“(…) Mejorar los criterios de interpretación así de las Escrituras como del contexto que vivimos. Cuando se lee mejor la Biblia, se lee mejor la realidad y viceversa. En pocas palabras: reformar la mirada. Que la misericordia nos persuada a cambiar a través del cambio de mentalidad (Romanos 12:2)”

Carolina García

Candidata Doctor en Sociología por FLACSO


“Tolerancia en el libre pensamiento y establecer la laicidad del estado en la vida práctica”

Moisés Zelada

Ingeniero Químico. Miembro de la Junta Directiva Regional de AGEUP


“Debe reformarse la manera como entendemos y practicamos nuestra misión en el mundo; es decir, la forma como concebimos nuestro rol en la sociedad. Debemos revisar nuestro discurso dualista según el cual nuestra misión se reduce en salvar almas a través de la predicación del evangelio, olvidando que el ser humano es una persona integral (con necesidades físicas, psicológicas, morales) y que el evangelio no solo se predica: también se demuestra en lo que hacemos y somos”

Sara Hasen Flores

Desde Medellín


Nota importante:

Quienes escribimos en el blog "El Profeta" somos evangélicos que emitimos nuestras opiniones según nuestras libertades de opinión, expresión y conciencia. Nuestra voz no representa al mundo evangélico ni a ninguna iglesia en particular.



Escrito por

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Un grupo de evangélicos comprometidos con la justicia y misericordia de Dios en la esfera pública


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