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Fuente: msnbc

“Yo Tengo Un Sueño”: Carta del Pastor Martin Luther King Jr. a #NiUnaMenos

Publicado: 2017-11-21

Escribe: Guillermo Flores Borda


Estoy feliz de unirme a ustedes en la que quedará en la historia como una de las más grandes demostraciones de justicia en la historia de nuestra nación. 

62 años atrás, cuando se aprobó la ley del voto femenino en Perú, ese acto se convirtió en un gran faro de luz esperanzadora para los millones de mujeres que habían sido desfiguradas por las flamas de la injusticia. Pero, 62 años después, las mujeres peruanas aún no son completamente libres. 62 años después, la vida de las mujeres es aún tristemente lacerada por las esposas de la inequidad y las cadenas de la injusticia. 62 años después, la mujer todavía sufre violencia en la sociedad peruana y se encuentra en peligro en su propia tierra. Así que aquí estamos para dramatizar una situación vergonzosa.

En cierto sentido, hemos venido hasta la capital de nuestro país a cobrar un cheque. Cuando se promulgó nuestra Constitución, nuestro país firmó un pagaré del que toda peruana habría de ser heredera. Este documento era la promesa de que a todos los peruanos, tanto hombres como mujeres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la integridad física, psíquica y moral, la libertad, la igualdad ante la ley y la paz.

Hoy es obvio que Perú ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanas. En lugar de honrar su obligación, Perú ha dado a las mujeres un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia esté quebrado. Nos rehusamos a creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso, hemos venido a cobrar este cheque, el cheque que nos dará al ser cobrado las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido para recordarle al Perú la urgencia impetuosa del Ahora. Ahora no es el momento para darse el lujo de enfriarse o de tomar la droga tranquilizante del gradualismo, como si los derechos se pudieran entregar a cuentagotas. ¡Ahora es el momento para hacer realidad todas las promesas de la democracia! ¡Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la injusticia hacia el camino soleado de la igualdad de género! ¡Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todas las hijas de Dios! ¡Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la inequidad hacia la roca sólida de la igualdad!

Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del Ahora. Este momento de legítimo descontento de las mujeres no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de justicia e igualdad.

2017 no es el fin, sino el comienzo. Y quienes pensaban que las mujeres sólo necesitaban desahogarse y que ahora estarían contentas con la indiferencia de la nación enfrentarán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Perú hasta que a las mujeres se les garanticen sus derechos a la justicia y la igualdad como ciudadanas. ¡Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia!

Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a las mujeres no debe conducirnos a la desconfianza de todos los hombres, porque muchos de ellos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al suyo y su libertad está inextricablemente ligada a la suya.

Y al caminar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. ¡No podemos volver atrás!

Hay quienes preguntan a los que estamos marchando aquí, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"

¡Nunca estaremos satisfechos mientras una niña, debiendo sentirse segura en su hogar y su colegio, sea sometida a cualquier tipo de violencia física, emocional o sexual por aquellos que debían cuidarla y amarla!

¡Nunca estaremos satisfechos mientras una adolescente, debiendo sólo preocuparse en sus bellísimos planes futuros, no pueda caminar en paz por las calles debido al acoso y violencia a los que es sometida y, peor aún, luego culpada por quienes le atribuyen a ella, y no al acosador, la responsabilidad!

¡Nunca estaremos satisfechos mientras una mujer y un hombre reciban distintos salarios por el mismo trabajo!

¡Nunca estaremos satisfechos hasta que las mujeres dejen de ser violentadas a vista y paciencia de toda la nación! ¡Nunca estaremos satisfechos hasta que las mujeres no reciban la justicia que se merecen en cada comisaría y corte de este país!

¡No, nunca estaremos satisfechos hasta que "la justicia corra como el agua y la rectitud como una poderosa corriente"!

¡Hoy les pido que no caigamos en el valle de la desesperación, amigas mías!

¡Aunque enfrentamos las mismas dificultades que ayer, aún tengo un sueño!

¡Sueño que un día esta nación se levantará y verdaderamente tratará a hombres y mujeres por igual! ¡Tengo un sueño!

¡Sueño que llegará un día en que este país será uno de los primeros en los rankings de educación, justicia e igualdad, y uno de los últimos en violencia sexual! ¡Tengo un sueño!

¡Sueño que un día las mujeres podrán caminar por las calles que quieran, a la hora que quieran y como ellas quieran, sin sentir temor a ser atacadas o acosadas! ¡Tengo un sueño!

¡Sueño que las niñas vivirán un día en un país en el cual no serán juzgadas por su género, sino por el poder de su carácter! ¡Tengo un sueño!

¡Sueño que un día un Congreso con congresistas que lanzan frases denigratorias hacia las mujeres y su lucha se convertirá en un sitio donde las mujeres puedan unir sus manos con las de ellos y caminar unidos! ¡Hoy tengo un sueño!

¡Sueño que un día las víctimas de violencia tendrán todas las garantías para acceder a la justicia! ¡Sueño que un día este país que se sofoca con el calor de la injusticia y la inequidad se convertirá en un oasis de libertad y justicia! ¡Hoy tengo un sueño!

¡Sueño que un día todo valle será exaltado, los caminos torcidos serán enderezados y la Gloria de Dios será revelada y todos estaremos unidos como hermanas y hermanos!

¡Esta es nuestra esperanza! Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día todas y todos recibiremos justicia.

Y cuando esto ocurra, cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, mujeres y hombres, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo himno:

"¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"


***El pastor King dio el discurso "Yo Tengo Un Sueño" para apoyar la Marcha en Washington por Empleos y Libertad en 1963. Hoy preparamos esta versión para motivar a nuestros hermanos a participar de la marcha #NiUnaMenos y honrar su legado profético***



Escrito por

elprofeta

Un grupo de evangélicos comprometidos con la justicia y misericordia de Dios en la esfera pública


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Un blog dirigido por cristianos comprometidos con la justicia de Dios en la esfera pública. Otra iglesia, sociedad y política son posibles