Evangélico, pero hoy no marcho
Escribe: Guillermo Flores Borda
Soy evangélico, creo que hay vida antes del nacimiento, pero no marcho hoy.
Primero, no marcho porque considero que el liderazgo de la marcha, tanto católico como evangélico, han mostrado que realmente no tienen interés real en promover la dignidad de la vida humana. La forma en que ambos se han referido a los derechos humanos de grupos minoritarios e incluso requerido la salida de Perú de la Corte Interamericana de Derechos Humanos me demuestra que, en realidad, la protección de la vida no es el motor moral de su marcha. Jesús luchó por la dignidad humana de las minorías que ya habían nacido y, lamento decirlo, percibo que esta marcha busca más bien invisibilizar sus reivindicaciones.
No puedo apoyar con personas que tienen una visión reduccionista de la vida, que sólo la defienden cuando ésta aún no ha nacido, pero no luchan por una verdadera dignidad humana de estas vidas cuando ya nacieron, participando de marchas por derechos laborales, derechos educativos y por derechos para las mujeres y minorías. Una persona que tiene que trabajar dos empleos para llevar comida a su casa, sin tiempo para ver a su familia, vive una vida digna? O un estudiante de colegio público que sabe que, casi con seguridad, lo aprendido en su colegio no le ayudará a ingresar a ninguna universidad? Cuando realicen una convocatoria similar para marchar por NiUnaMenos marcharé con ustedes en su marcha anti-aborto.
Para mí, personas que demuestran interés por la vida sólo antes que nazcan pero no luchan por su dignidad humana luego me demuestran que, en realidad, su lucha no es guiada por la protección moral de la vida humana, sino por conceptos ideológicos reduccionistas que sólo sirven para mover votantes a favor de candidatos políticos. La forma en que líderes católicos y evangélicos que marchan hoy se han referido a los alumnos que tomaron sus universidades pidiendo calidad educativa, a los profesores que marcharon pidiendo ajustes salariales y a las mujeres que marchan contra la violencia de género me muestra que han reducido la vida a la concepción.
Acá voy a sorprender a varios que me asumen más progresista, pero yo sí creo que existe vida humana antes del nacimiento. Sin embargo, creo que debe haber excepciones que permitan la legalización del aborto en casos de potencial daño a la madre o violación. Incluso en casos de extrema pobreza. No creo que el aborto deba ser criminalizado en ningún caso - nadie debería ir a la cárcel por abortar, porque no es un asesinato en términos éticos: quien aborta no lo hace para obtener un provecho o colocarse en una situación de ventaja, sino más bien (en la mayoría de casos) para evitar una situación de desventaja y estigma social. Debemos ver nuestra posición "cristiana" desde el realismo cristiano de Reinhold Niebhur y entender que las vidas de las mujeres que abortan también son vida que debe ser protegida. La mayoría de veces, el aborto se debe a temas económicos estructurales: quizás sí marcharemos y organizáramos campañas políticas contra la pobreza como Martín Luther King lo hizo lograríamos tener un mayor impacto en la reducción del número de abortos. Pero, lastimosamente, esas causas sociales no le importan ni les convienen políticamente al liderazgo de esta marcha.
Como Martin Luther King Jr. (que recibió el premio Margaret Sanger de Planned Parenthood y dio un discurso a favor del control de la natalidad, porque los conservadores sólo buscarían - a sus ojos - tener más gente afroamericana pobre a quien esclavizar/hacer trabajar en condiciones miserables con apoyo de los movimientos religiosos fundamentalistas), que el gobierno debe dar acceso a todos los medios disponibles de control de natalidad a los más pobres. Quien diga que MLK era "100% pro-vida" está equivocado - el concepto de "provida" ni siquiera existía antes de los 80s (te invito a mi clase sobre "Derecha Religiosa" para que conozcas un poco más sobre estos discursos religiosos).
La marcha no se trata realmente sobre la dignidad humana, sino sobre promover su idea conservadora del rol de la mujer en la sociedad: para ellos, debería reducirse a ser madre y esposa. Ese rol disminuido se puede observar en sus propias congregaciones de fe. Y yo creo que el rol de la mujer debe ser exactamente el mismo al de un hombre. Cómo puede ser que los más fervientes promotores de esta marcha sean algunos de los trolls más ácidos contra las mujeres y la comunidad LGBT y aún así pensar que esta marcha es liderada moralmente?
Finalmente, no marcho por un tema ético que hoy es evidente gracias a los medios sociales. Hoy una alumna me escribió para comunicarme que no podrá asistir a la clase porque tiene una hermana menor que está obligada a asistir a la marcha y debe llevar a un familiar (ella es la única en Lima). Que alguien sea forzado a asistir a una marcha muestra la inmoralidad de su liderazgo, que sus argumentos no son buenos ni para su propia gente y sólo termina por dañar su propia causa.
Necesitamos algún tipo de cristianismo en política? Sí, MLK creía que era necesario que participemos porque nuestra fe posee una ética de amor que busca paz eterna (en vez de sólo buscar paz momentánea por conveniencia política, como algunos políticos). Pero no este fundamentalismo religioso actual, sino otro que luche por la amplitud de la vida humana.